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5 de Junio de 2023 | 13:28
Industria

Calibración de manómetros en la producción

La presión interna es uno de los indicadores en todo sistema de fluidos, independientemente del sector. Una alteración significativa en la presión suele repercutir en el rendimiento y la calidad del producto, e incluso suponer un riesgo para la seguridad de los operadores.

Calibrar un manómetro es muy importante ya que son las herramientas encargadas de medir la presión en cualquier sistema de fluidos. De hecho, podríamos decir que son uno de los pilares para el funcionamiento del sistema: si falla el manómetro, es de esperar que comience a fallar todo lo demás de forma progresiva.

Aquí podemos notar la importancia de que el manómetro funcione de la forma correcta en todo momento. Un manómetro roto o sin calibrar dará medidas falsas que provocarán cambios negativos en el sistema y el producto que se está fabricando. Por tanto, de forma periódica habrá que hacer una revisión para comprobar que funciona como debería.

Sin embargo, es un proceso que requiere de personal cualificado. Esto supone un problema para las empresas que no se especializan en este tipo de trabajos porque supone un lastre en la productividad general. Por suerte, otras compañías se encargan de ofrecer este tipo de servicios.

Una gestión acertada

Puede parecer que parar los sistemas sea siempre un contratiempo, pero no es necesariamente así. En realidad, estos parones podrían verse como parte de los procesos de producción, y deberían hacerse las planificaciones tomándolos en cuenta. Pero ¿Por qué son necesarios? Un manómetro defectuoso dará resultados más bien contraproducentes.

Los operarios deben ser capaces de detectar anomalías en los manómetros, las cuales ocurren después de un tiempo. Aquí habrá que parar esa línea para no arriesgarse a que resulte defectuosa, lo que significaría una gran pérdida en todo sentido.

Si bien un operario debe ser capaz de identificar que algo sucede con la herramienta, los responsables deberán llamar a una empresa especializada para hacer una revisión exhaustiva que determine el problema. Lo más común es que se trate simplemente de mantenimiento regular.

Esto sucede porque la calibración de manómetros debe hacerse forma periódica. Por tanto, las empresas tienen que considerar un período aproximado en el que se incluya una pausa corta para examinar y calibrar los manómetros.

Si bien es un paso adicional en los procesos, es algo que toma relativo poco tiempo y dinero. No hace falta entrenar al equipo de operarios para estos casos, sino simplemente contratar una empresa externa que haga el trabajo eficientemente.